La condición Humana es el motor de mi incertidumbre, esa búsqueda incesante en el profundo abismo del “YO”. Expresando lo inexpresable, invadiendo la pureza del canvas por la plusvalía de las pinturas y texturas, que entre el agua y el aceite permiten fluir y apaciguar sus huellas. Opuestos que luchan por apropiarse del espacio, llegando a la conciliación después de entender que su “Ser”, es el resultado de la existencia del otro; se complementan, se enriquecen, cohabitando el canvas caprichosam